Cómo superar el miedo al fracaso (y el propio fracaso)

Redacción
Redacción

El miedo al fracaso está muy presente en nuestra sociedad. Conozco a personas que no se ponen a prueba por miedo a no conseguir los objetivos y deprimirse.

Es decir: ¿para qué intentarlo si voy a fallar?

Pues eso es un error.

El éxito va unido a la capacidad de una persona para sobreponerse de los reveses y su capacidad de gestión emocional para cómo superar fracasos.

Hay que soltarse la presión. Nadie es exitoso a la primera oportunidad que se le presenta.

El fracaso es la norma

No sé si sigues algún deporte, pero piensa en este ejemplo:

En la liga de futbol español compiten 20 equipos, y solamente gana 1.

¿Significa eso que los demás fracasan? Bueno, según la acepción del término, sí: No han ganado.

Por tanto, 19 de 20 equipos fracasa. El 95% de los que inician la liga.

Lo mismo si te presentas a una oposición para trabajar en la administración pública. Habitualmente se presentan miles de solicitudes para unas pocas decenas de plazas.

Fracasar es lo normal.

Aún así, es una cuestión de filosofía. De cómo asimiles el fracaso. Normalmente, para triunfar, hay que fracasar primero, aprender de tus errores y aprovechar el impulso para volver con más fuerza.

El fracaso forja la mentalidad de un ganador y pone a prueba su resistencia.

¿Cómo superar el miedo al fracaso?

Bueno la teoría ya te la sabes, pero en la mayoría de las ocasiones el miedo, y de él, el miedo a fracasar, es una cuestión emocional y, por tanto, irracional.

No entra en los parámetros de la lógica y el razonamiento.

Por ello, hay que acudir a la psicología, a cómo funciona la mente y la gestión de las emociones.

Puedes aplicar los siguientes consejos para paliarlo:

Atomiza tus objetivos

Se trata de que, dentro del objetivo final definido, establezcas otros objetivos más pequeños y realizables, que vayan en la misma dirección que el objetivo a conseguir en última instancia.

Eso te permitirá obtener victorias rápidas y mejorar tu autoestima durante el proceso.

Además, te acercará al triunfo final.

Pero si, a pesar de todo, no lo logras tu objetivo finalmente, no será un fracaso absoluto, si no que puedes sacar en claro esas victorias pequeñas obtenidas durante el proceso, las cuales te servirán cuando vuelvas a intentarlo.

Confía en el proceso, y obtendrás resultados.

Optimiza tu maquinaria

Cuidar la máquina que ejecuta todas tus acciones te hará crecer ganar en confianza.

Para ello, dale culto a tu cuerpo y mente: lee, fórmate, medita, haz ejercicio.

Márcate también pequeños objetivos en este sentido, para ir dándote cuenta de que normalmente consigues los objetivos que te propones en tu día a día.

Sé consciente de tus miedos.

Conocerte a ti mismo es clave para alcanzar el equilibrio emocional.

Los seres humanos somos una mezcla de fortalezas y debilidades.

Si sabes identificar tus sensaciones y emociones, te será más fácil manejarlas.

En concreto: ¿Qué es lo que subyace tras el temor que tienes a fracasar?

Una vez identifiques este factor, podrás trabajarlo mejor.

Si conoces tus puntos débiles, puedes protegerlos para no hacerlos vulnerables.

Analiza el peor escenario

Imagínate fracasando en tu proyecto, con normalidad. Relativízalo.

¿Qué sucedería si fracasas? Bueno es un varapalo, pero nada grave.

No se acaba el mundo Seguirás teniendo tu vida, tu pareja, tus amigos, tus hobbys y tus actividades diarias.

Y lo mejor de todo: lo aprendido durante el camino te hará tener más posibilidades de éxito la próxima vez que lo intentes.

Sé positivo, pero sin pasarte.

Debes tener confianza plena en tus posibilidades, pero tampoco pasarte de rosca.

Es decir, debes evitar pensamientos del tipo “puerta grande o enfermería”.

Ni si lo consigues eres el dios del universo, ni eres una mierda si no sale adelante.

Una vez más, relativiza. Como te comentaba antes, meditar te ayudará a evitar estos pensamientos extremistas.

Estate tranquilo.

Además, estar con la dosis justa de positividad, se traducirá en equilibrio, y todo ello te acercará al objetivo.

¿Cómo superar el fracaso?

Una vez perdido el miedo al fracaso, entendido que forma parte de la vida, del crecimiento y del aprendizaje, la gestión de las derrotas es mucho más fácil y llevadera.

Aún así, habrá ocasiones en que te cueste manejarlo.

Me explico con un ejemplo: puedes perder el miedo a caerte con la bicicleta. Puedes entender que caerse forma parte del aprendizaje.

Pero, joder, el día que te caes, duele.

Pues bien, para superar el fracaso y seguir hacia delante, en esos momentos en que lo ves todo de color negro, puedes aplicar estos consejos:

Date tiempo para interiorizarlo

Primero debes asimilarlo. Descansa unos días.

Importante que no te regodees en tu fracaso, ni sientas compasión de ti mismo. Esos sentimientos, desterrados.

Una semana o dos, te servirán para airear la mente y resetear.

Trabaja en equipo

Apóyate en tus compañeros.

Si estás estudiando, busca soluciones en conjunto con otros estudiantes que hayan suspendido

Si eres jugador, por ejemplo, de tenis y has perdido un partido importante para el que llevabas tiempo preparando, haz networking con otros jugadores.

Intenta compartir y comparar tus impresiones con ellos., tanto de la preparación para conseguir del objetivo como de los momentos que precedieron al fracaso.

Os servirá a las dos partes, también para aprender de los errores de los demás.

Pon en tela de juicio tu estrategia e implementa cambios, si fuera necesario.

Toca levantarse, así que, después de los dos procesos anteriormente expuestos, toca poner negro sobre blanco las soluciones.

Vamos a tomar decisiones.

¿La preparación ha sido la adecuada?

Bueno está claro que hay que cambiar cosas, ¿no? Si hubieras ido bien en la bici, no te hubieras caído.

Además, siempre se pueden mejorar cosas.

Pero, ¿debemos cambiar de forma radical la estrategia?

Pues depende. Normalmente, no.

A no ser, claro está, que el fracaso haya sido estrepitoso.

En este último caso, habrá que hacer un análisis estructural de todo el proceso que has seguido.

Y, quizás, entonces sí, tomar decisiones radicales.

A veces, cambiar el chip de forma radical después de una derrota, ayuda a la motivación para volver a intentarlo. Aunque siempre, siempre, pueden sacarse conclusiones positivas.

Espero que el post de hoy te sirva para aprender cómo superar fracasos en general, y el miedo al fracaso en particular y, que una vez presentada esa amarga sensación, puedas aprender a gestionar sus consecuencias.

Si tienes algún amigo o conocido con miedo a tirarse a la piscina, poniendo la excusa de que a lo mejor no hay agua en ella, ya sabes que puedes ayudarle a cambiar su vida, así que: ¡compártele el post! Le estarás ayudando a cambiar su mentalidad.

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