Bisfenol A (BPA): El veneno presente en casi todo que destruye tu hombría

Ulises
Ulises

Hoy vengo a hablaros de veneno poco conocido, casi invisible, pero que está presente en casi todo lo que nos rodea, y que nos afecta a nivel hormonal.

¿Eres de los que reutiliza una y otra vez la botella de agua? Yo lo era. Hoy te contaré por qué no debes seguir haciéndolo.

¿Qué es el bisfenol A?

No quiero aburrirte con tecnicismos. Para introducirte al término, te diré que se trata de un compuesto químico utilizado para la fabricación de plásticos, resinas o papel.

El bisfenol A es una de las sustancias químicas que más se fabrican en el mundo, con más de 5 millones de toneladas de producción al año, según un estudio de Elika del año 2020.

Las empresas lo utilizan por su precio reducido y los buenos resultados que aporta en cuanto que se adhiere rápido y bien a las superficies metálicas y siendo útil como revestimiento protector y aislante.

Este compuesto químico tiene una muy rápida absorción por parte del cuerpo humano. Pasa, de forma muy rápida, de los continentes u objetos donde se encuentra a la piel humana y, de ahí, al interior de su organismo.

Tal es la capacidad de absorción de bisfenol A por el cuerpo humano, que en un estudio de orina realizado en por el Centro de Control de Enfermedades de EEUU en el año 2004, se encontró Bisfenol A, prácticamente en todas las muestras estudiadas.

¿Qué efectos tiene el bisfenol A?

Cuál es el problema entonces, te preguntarás. El cuerpo humano, por el entorno y cómo se desenvuelve en él, absorbe numerosos compuestos químicos a lo largo del día.

¿Qué es lo que hace peligroso este compuesto? Pues te cuento: El problema del bisfenol A es su toxicidad.

Este compuesto es un disruptor endocrino, lo cual quiere decir que es una sustancia química capaz de alterar nuestro sistema hormonal.

Y lo va a alterar para mal, claro.

El bisfenol A tiene como principal efecto en el sistema endocrino de los hombres la disminución de la calidad del esperma y de la fertilidad en general, así como aumento de las posibilidades de contraer diabetes, de acuerdo con numerosos estudios, de los cuales cito este, por ser el más genérico.

Esta toxicidad del bisfenol A no es a corto plazo, como evidenció este estudio. Por eso, su tratamiento y eliminación en los componentes no es visto con urgencia por las autoridades sanitarias.

Sin embargo, claro, si durante 30 años le metes a tu cuerpo bisfenol A, cuando quieras tener hijos, no vas a poder porque tu esperma va a ser una mierda. Y, quizá, ni siquiera quieras follar, porque tu testosterona esté por los suelos.

Para que te hagas una idea, eminencias en la materia como el catedrático de la Universidad de Granada Nicolás Olea, han hecho numerosas peticiones para su regulación en España, pues sus efectos sobre el sistema endocrino sí pueden aparecer a largo plazo, como se ha comprobado.

Pero, como no están por la labor, nuestra recomendación es clara:

  1. Evita todo lo posible el Bisfenol A.
  2. Trabaja en mejorar la calidad de tu esperma.
  3. Trabaja en mejorar tu producción natural de testosterona.

Bisfenol A en alimentos

El bisfenol no se encuentra presenta directamente en los alimentos, pero sí en sus envases.

Esto se ve agravado por la sociedad consumista en la que vivimos.

En España, aunque se viene intentando reducir el consumo de plástico por la creciente preocupación que existe por el medioambiente, y muchas veces se utiliza cartón en sustitución del plástico, es habitual encontrarte en el supermercado incluso trocitos de fruta cuidadosamente cortados y envasados, listos para el consumo.

También tenemos poco tiempo para cocinar así que, para cenar, cogemos una de esas lasañas precocinadas del súper, que metemos en el microondas 5 minutos y posteriormente ingerimos desde el propio envase para no manchar los platos.

Spoiler: error.

¿Por qué? Pues porque los envases plásticos, casi siempre van a tener trazas de bisfenol A en su interior.

Haz la prueba. Cuando cojas un envase de plástico mira la composición en su etiqueta.

Normalmente, si no contiene bisfenol A, te pondrá algo así como “bisfenol A free” o “BPA free”, que es otro acrónimo utilizado para referirse al bisfenol A. Al menos, debería salirte el símbolo del reciclaje.

Además, si los sometemos altas temperaturas, como en el caso del microondas, incrementa notablemente el desprendimiento del compuesto sobre el envase y su adherencia a la comida.

También aplica, claro está, para los tuppers de plástico. Ya no es ese color turbio que se les queda, por mucho que lo laves.

Es que están revestidos con bisfenol A y, de meterlo y sacarlo una y otra vez del microondas a altas temperaturas, hazte una idea de cómo se desprenderá y disolverá sobre los alimentos…

Lo mismo sucede con las botellas de agua. Hasta que investigué sobre esto, yo mismo tenía una botella de Solan de Cabras que llenaba y vaciaba cada día.

Ahora, me he comprado una de vidrio en Ikea.

Y es que para reducir la ingesta de bisfenol A y sus efectos lo recomendable es:

  • Reducir todo lo que se pueda los envases plásticos para comida
  • Utilizar recipientes de vidrio, porcelana, o cerámica.
  • Como utensilios de cocina, evita asimismo los plásticos y intenta utilizarlos de madera.
  • Bajo ningún concepto utilices el microondas con envases plásticos. Utiliza en su lugar los recipientes de materiales anteriormente mencionados.
  • Si tienes bebés, no utilices cualquier biberón. Utiliza los fabricados con cristal opaco o los que contengan los símbolos de reciclaje con los números 2 o 5.

Bisfenol A en tickets

El Bisfenol A se encuentra presente en el papel térmico, que habitualmente es el utilizado para imprimir tickets de cajas registradoras.

Ya sabes, el típico ticket de la compra o del autobús con el que jugueteas los dedos y se gastan los números a la mínima.

Pues, para tu información, cuanto más fácil se gasten los números, más Bisfenol A contiene el ticket.

El bisfenol A, en este caso, se desprende rápidamente del ticket, borrando los números, pasando a la piel de tu mano y, de ahí, filtrándose al interior de tu cuerpo.

De hecho, en Francia ya han prohibidos estos tickets desde 2014.

Y es que representa un riesgo grande para la salud. Quizás no para ti, que cuando vas de compras o al supermercado pagas con tarjeta y no pides nunca el ticket, claro.

Pero imagínate a la cajera que te atiende, la cantidad de tickets con Bisfenol A que le toca expender cada hora.

Tickets que, posteriormente, guarda en la caja registradora para, al final de su turno de 8 horas, contarlos uno a uno con los dedos hasta cuadrar la caja.

Lo peor es que el 90% de los tenderos no serán conscientes de este problema.

Pero bueno, te dejo unos consejos para reducir al máximo el riesgo de intoxicarte con bisfenol A, a través de los tickets:

  • En primer lugar, no manosearlos.
  • Pedir que te envíen el ticket al e-mail, como ya hacen empresas como Decathlon (empresa francesa, no es casualidad).
  • Si no es posible lo anterior, utilizar guantes para extenderlos y revisarlos.
  • En ningún caso mezclar tickets y alimentos.
  • No guardarlos si no es estrictamente necesario
  • NO PONÉRTELOS EN LA BOCA.

Con seguir estos estos consejos, en la medida de lo posible, sería suficiente.

Con este artículo, buscaba concienciarte, no que te volvieras paranoico.

Si nunca habías oído hablar de este compuesto, espero haberte ayudado a abrir los ojos y a ser más consciente del bisfenol A y sus efectos sobre la salud.

Si ya te sonaba el tema y venías buscando consejos para amortiguar los efectos del bisfenol A, o a ampliar información sobre su impacto hormonal, espero de igual manera haberte sido de utilidad.

Ya sabes, el conocimiento es una cadena, así que, si conoces a alguien a quien le puedas ayudar con esta información, ¡compártele el post!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *